La vida silvestre parece ser un tema del que todo el mundo habla, pero nadie sabe cómo convivir con ella. Aunque disfruto mucho observando aves y viajando para ver animales que nunca antes había visto, sé que al realizar estas actividades podría estar afectando su calidad de vida. Desde niño, supe que quería ayudar a los animales, ya sea convirtiéndome en veterinario o simplemente brindando un hogar seguro y seguro a una pareja. Al crecer con animales de compañía, tuve la oportunidad de aprender a cuidar animales que no me veían como una amenaza; sin embargo, quería aprender más. Solicité estas prácticas en vida silvestre porque quiero saber qué más puedo hacer para reducir los riesgos para la fauna silvestre, así como obtener información valiosa de profesionales sobre si sería una buena opción para continuar esta carrera.
Durante la pasantía, me entusiasma aprender más sobre el proceso tras bambalinas que certifica la liberación de un animal, así como los procesos médicos que se llevan a cabo. Estoy muy agradecido por esta oportunidad de seguir mi interés en la rehabilitación de fauna silvestre y espero con ilusión cada nueva experiencia.
–Ashlyn Cywinski, pasante de verano de rehabilitación de vida silvestre

Mi deseo de rehabilitar animales afectados por actividades humanas y un incidente de mi infancia en el que rescaté una ardilla me inspiraron a solicitar la pasantía de vida silvestre del DCHSWC. Como estudiante de veterinaria, sabía que quería trabajar con animales exóticos o silvestres, pero no sabía cómo adquirir experiencia con ese tipo de animales más allá de contactar con las clínicas de mi zona. Esa perspectiva me intimidaba porque empecé la universidad sin experiencia previa en el manejo de animales en un entorno clínico.
Para empezar a adquirir experiencia, comencé como voluntario como Asistente de Cuidado de Animales y luego como Amigo Felino en la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Dane. Fue durante uno de mis turnos de voluntariado que vi un folleto que anunciaba las prácticas del DCHSWC. Una de mis cosas favoritas durante mis turnos era pasar junto al cartel lleno de historias sobre rehabilitación de fauna silvestre, y me encontraba leyendo algunas cada vez que pasaba. Recordé una ardilla que saqué de mi piscina de niño y la satisfacción que sentí cuando se recuperó y huyó. Aun sabiendo la baja tasa de supervivencia de la fauna silvestre en los centros de rehabilitación, pensé que las prácticas del DCHSWC serían la oportunidad perfecta para volver a experimentar esa sensación. También recibiría una valiosa formación en el manejo de animales, especialmente aquellos con los que no suelen encontrarse los veterinarios de animales exóticos, y mucho menos un veterinario de animales pequeños.
A través de estas prácticas, espero aprender cómo funciona un centro de cuidado animal, no solo en cuanto al cuidado de los animales, sino también en la gestión y las interacciones diarias entre compañeros. Me entusiasma practicar tareas que requieren motricidad fina, como alimentar a los pichones, y desarrollar confianza en el manejo de animales como las aves rapaces. Una parte fundamental de trabajar en una clínica es mantener un flujo de trabajo fluido y tener interacciones cordiales pero profesionales con los compañeros. Aunque me apasionan los animales, trabajar en una clínica no funcionará si no puedo sortear posibles conflictos sobre procedimientos, responsabilidades, ética, etc. Espero desarrollar estas habilidades interpersonales durante mi tiempo en el DCHSWC.
–Isabel Liao, pasante de verano de rehabilitación de vida silvestre