Cuando Joe, una mezcla de laboratorio senior, llegó como un extraviado a DCHS, sus conmovedores ojos marrones y su cola meneante suplicaron ayuda. Fue impactante ver las costillas y los huesos de la cadera sobresaliendo de su frágil cuerpo.
Era extremadamente delgado, pesaba solo 22 libras cuando debería haber pesado más cerca de las 50 libras. Joe tendría un largo camino hacia la recuperación por delante.
Joe pasó casi un mes en el refugio disfrutando de acurrucarse en una oficina del personal y largas caminatas bajo el sol de verano. Era un niño feliz, pero no aumentaba de peso a un ritmo lo suficientemente constante. Después de que muchas pruebas de diagnóstico descartaron una condición médica subyacente, decidimos que Joe se recuperaría mejor en un hogar de crianza amoroso.



Durante su estadía de casi dos meses con su familia adoptiva, la personalidad bobalicona de Joe realmente floreció. Le encantaba descansar en los muebles del patio, jugar con sus hermanos adoptivos y lanzar al aire su ballena de peluche favorita. Joe, sin embargo, todavía luchaba por aumentar de peso constantemente. Para empeorar las cosas, se estaba convirtiendo en un quisquilloso con la comida.
La madre adoptiva de Joe, Sheila, tentó pacientemente a Joe con una variedad de comidas caseras. Sheila pronto descubrió que Joe era un gran fanático de las tortillas de huevo. Este regalo especial despertó el apetito de Joe y lo ayudó a alcanzar las 35 libras. Este hito significó que Joe finalmente estaba lo suficientemente sano como para estar disponible para adopción.

Solo unos días después, Vicki y su hija Emily rápidamente se enamoraron de este dulce caballero mayor y lo llevaron a casa. Joe adora a su nueva familia, especialmente a Emily. Duerme a los pies de la cama de Emily todas las noches y no sale de la habitación hasta que ella se despierta. Su vínculo animal humano es innegable.
El trabajo adicional de hacer la dieta especial de Joe fue un desafío que su nueva familia aceptó. Joe continúa sanando y aumentando de peso. Incluso se ha convertido en el compañero de carrera de su nueva mamá.
“Parece estar muy contento aquí y estoy segura de que se da cuenta de que está aquí para quedarse”, dice Vicki. “¡Lo amamos a pedazos!”
Su apoyo a DCHS brinda a miles de animales un lugar para descansar, recuperarse y crecer cada año. Continúe con su generosidad para darles a los animales como Joe el tiempo que necesitan para sanar sus cuerpos y espíritus y tener una segunda oportunidad de ser felices.