Beanie tenía una lesión en la pata delantera izquierda que posiblemente requería una amputación y necesitaba un hogar de acogida para descansar, controlar el dolor y alimentarla, ya que no estaba comiendo bien. Decidí convertirme en su madre adoptiva. Pensé que la adopción era un resultado posible, pero me preocupaba que mi gato aceptara a un nuevo miembro de la familia.
Beanie prosperó en el ambiente hogareño y su lesión en la pierna mejoró. Nos hicimos muy cercanos. Ella es tan dulce y cariñosa. Beanie me permite abrazarla y abrazarla cuando y por el tiempo que yo quiera. Ella llena un lugar vacío que ni siquiera sabía que tenía. Ella y mi gato coexisten, por lo que la adopción se convirtió en una opción muy real.
Esto se considera un "fallo de acogida" porque no sigue la progresión planificada de la acogida proporcionada a mascotas potenciales con circunstancias especiales. Pero para mí, ha sido un éxito de crianza. El objetivo final se cumplió: ¡Beanie la llevó a casa!
Compartido por la voluntaria de crianza Connie Lueck

